La Navaja de
Ockham (Occam), principio de economía o principio de parsimonia, atribuido a Guillermo de Ockham un franciscano que vivió
durante la época medieval, desde el 1285 al 1349 era, según el cual, en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la
correcta. La Navaja de Ockham se ha encontrado con multitud de
oposiciones por parte de quienes la han considerado demasiado extrema o
imprudente.
Se utiliza
como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de
modelos teóricos. En el método científico, la navaja de Ockham no se
considera un principio irrefutable, y no es un resultado científico. No
hay evidencia de que lo más simple sea lo correcto. La explicación más
simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la
verdadera, según el principio de Ockham.
Lo
que pretende la técnica es encontrar solución a un problema eliminando
todos los elementos innecesarios. La idea sobrevive desde la época de
Aristóteles, quien planteaba que la perfección era igual a la
simplicidad.
El principio de parsimonia nos ayuda a rasurar información para
elegir entre un conjunto de modelos y fenómenos equivalentes el más
simple. Aunque en principio puede parecer algo trivial, es esencial
para la construcción de decisiones.
un burdo copy-paste. Al menos cita a Jose Antonio Martin, de cuyo blog te has aprovechado https://joseantoniomartin.wordpress.com/2014/02/24/la-navaja-de-ockham/
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